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De la ciudad a la naturaleza: Una guía para visitar la Reserva Ecológica de Buenos Aires

A veces, escapar del bullicio de la ciudad es justo lo que se necesita para recargar energías. A solo un paso del ajetreo urbano, la Reserva Ecológica de Buenos Aires ofrece un oasis de tranquilidad y belleza natural. Si estás buscando un plan diferente y accesible, esta es una excelente opción. Y la mejor forma de llegar es con la libertad que te da tu propio vehículo.

¿Qué es la Reserva Ecológica Costanera Sur?

Ubicada en la Costanera Sur, este extenso pulmón verde de 350 hectáreas es un humedal artificial que se ha convertido en el hogar de una increíble biodiversidad. Aquí, la naturaleza ha reclamado su espacio, ofreciendo un refugio para más de 300 especies de aves, mariposas, reptiles y mamíferos pequeños. Es un lugar perfecto para desconectar, caminar, andar en bicicleta y observar la vida silvestre.

Planifica tu visita: Consejos y recomendaciones

Para que tu experiencia sea inolvidable, te damos algunos consejos prácticos:

  • Horarios: La Reserva está abierta de martes a domingo. Es recomendable revisar los horarios en la página oficial antes de ir, ya que pueden variar.
  • Qué llevar: Zapatillas cómodas para caminar, agua, un sombrero y protector solar, especialmente si el día está soleado.
  • Actividades: Puedes recorrer los senderos a pie, en bicicleta o unirte a las visitas guiadas gratuitas para conocer más sobre el ecosistema del lugar.
  • Cómo llegar: La forma más conveniente y cómoda de llegar a la Reserva Ecológica de Buenos Aires es en coche. Alquilar un auto te permite organizar tu propio horario, llevar todo lo que necesitas y regresar a tu ritmo. Con la posibilidad de estacionar cerca, eliminas el estrés del transporte público y haces de tu día una aventura placentera de principio a fin.

Vive la experiencia completa: Tu auto, tu aventura

La flexibilidad de tener un auto a tu disposición marca una gran diferencia. No solo te facilita el acceso a la Reserva, sino que también te da la libertad de explorar otras zonas cercanas. Puedes parar en algún café de Puerto Madero al salir o descubrir otros rincones de la ciudad aledaños. La libertad de moverte a tu gusto es lo que hace que tu día de escape sea verdaderamente relajante.